De aquí a dos días se celebra en Aragón la Jornada Internacional de los Museos, esos desconocidos. Ya están sobre la mesa los folletos con el programa de actividades, que este año se dedicará al patrimonio inmaterial. Es decir a "prácticas, representaciones y expresiones de los conocimientos, así como las técnicas que proporcionan a las comunidades, grupos e individuos un sentimiento de identidad y continuidad", Eso es, al menos, el texto de definición del programa del día 18. No sé si nos define más lo inmaterial que lo material, pero es evidente que lo primero se ha ido perdiendo mucho más que lo segundo (que ya es decir).

A lo tonto a lo tonto, la geografía aragonesa se está llenando de museos y sobre todo de centros expositivos en decenas de pueblos. Aquí, allá y acullá proliferan los espacios donde se conserva, a buen recaudo, la memoria --generalmente material-- de lo perdido. Tal y como se pudo comprobar en la revista que dimos hace pocos meses con este periódico, existen museos para todos los gustos. El de Escucha, dedicado a la minería, va como un tiro. En estas tierras predomina lo etnológico y lo religioso, pero se conservan también trozos de historia de los más diversos géneros. Contenidos curiosos desde el proceso de elaboración del pan, el fuego, la electricidad, las gayatas... hasta la riqueza del medio ambiente. Y es que Aragón da, y ha dado, mucho de sí.

Ahora, desde este primer peldaño museístico se necesita saltar a un segundo escalón para mejorar el funcionamiento de estos nuevos lugares. En algunos casos, uno corre a visitarlos y resulta que las llaves las tiene el cura, o el concejal de cultura. Y a veces ocurre que el cura, o el concejal de cultura, pues no están.

Además de horarios y aperturas, podría mejorar la información de cada centro. Pero bueno, la parte importante del camino, lo verdaderamente difícil, ya está hecho. Desde la década de los 90, a lo largo de Zaragoza, Huesca y Teruel han proliferado, ya digo, espacios para retener trozos importantes de nuestro pasado o paisajes del presente y que miran al futuro. Alrededor de 200 centros --o más, porque en Aragón no está operativa la necesaria sistematización informativa, la red que identifique-- puntean el mapa. La cifra no para de crecer. Un éxito de pequeñas iniciativas, de esfuerzos nacidos con imaginación, confianza y gusto.

*Periodista