El tres de mayo, Cristina Narbona entregará a la comisaria europea de Medio Ambiente la alternativa socialista al trasvase del Ebro y poco después el Gobierno aprobará el decreto ley. Antes, si los presidentes de Murcia y Valencia no rechazan el encuentro, como pretende Acebes, la ministra informará con detalle a Valcárcel y Camps del proyecto socialista que prevé satisfacer la necesidad de agua del Levante con la construcción de desaladoras. Los últimos años Narbona ha peleado duro en contra el gran proyecto hidráulico del PP, y ahora está demostrando que se ha hecho cargo del Ministerio de Medio Ambiente con la lección bien estudiada, porque lo que busca la ministra es abrir un gran debate sobre la España que queremos y sobre la necesidad de abordar la desertización de unas zonas frente a la excesiva densificación de otras. Ese es el debate y hay que abordarlo con urgencia, para que la desertización no sea irreversible.