La situación que deja la pandemia obliga a reestructurar todas las cuentas públicas y cambiar las prioridades. Esto mismo le ha sucedido al Ayuntamiento de Zaragoza, que ha presentado una inversión de 10 millones de euros en ayudas en forma de microcréditos a pequeños empresarios (se podrán acoger alrededor de 1.200) a interés cero que dejarán en un cajón las inversiones esperadas en la ciudad. Esta decisión ha sido criticada por la oposición, que considera que se dejará de lado alguna obra estratégica y demandada por los vecinos, como la iluminación del parque Pignatelli o la reforma de la avenida Cataluña. En cualquier caso, las circunstancias mandan y obligan y ahora lo prioritario es ayudar a las personas, aunque sea en detrimento de alguna obra que, aunque sea demandada e importante, en un momento de necesidad queda relegada a un segundo plano.