El nerviosismo de los cuarteles generales de los dos grandes partidos indica posiblemente que sus datos confidenciales les sitúan en un codo a codo más estrecho del que reflejaban los sondeos del domingo. Mariano Rajoy pide con más energía que nunca a los votantes del PP que no se queden en casa. Enfrente, Zapatero llama a concentrar el voto antigubernamental en los socialistas para evitar que sea su dispersión, y no su número, la que le impida llegar a la Moncloa.

El Rajoy de los argumentos y las promesas tiene más solidez que la bronca aplicada por los populares en el arranque de la campaña. Zapatero ha crecido estas dos semanas empujado por su mensaje distendido de gobernar con formas muy diferentes de las de Aznar.

En Aragón, la cita con las urnas está marcada, se quiera o no, por la cuestión del trasvase del Ebro. Todos los partidos han querido hacer del 14-M un referéndum sobre el PHN. Tal vez este planteamiento pueda parecer excesivo, pero marcará fuertemente la lectura de los resultados. El PP se bate sólo contra todos, el PSOE intenta concentrar los votos antitrasvasistas, que sin embargo deberá compartir con CHA, PAR e IU. Llega la hora de la verdad.