Cualquier distraído lector sabe que los diarios se organizan por secciones: deportes, sucesos, economía, cultura, etcétera. El gremio y yo mismo andamos desorientados con el caso Neymar, al ver que los informativos lo ubican en la sección deportes, cuando en realidad pertenece al departamento de finanzas. Y de sucesos. El lugar donde a diario nos ocupamos de los chanchullos del dinero. En cualquier parte menos en deportes.

Yo les confieso que, pese a que amo el fútbol, desde hace años, cuando los telediarios nos invitan a conocer fichajes y resultados, cambio de canal. El fútbol se ha convertido en un descomunal negocio, donde solo la pelota es inocente; todo lo que se mueve alrededor tiene pintas sospechosas, desde los futbolistas a los propios clubes. Para seguir alimentando el morbo del negocio, los equipos necesitan cada vez más pasta, y en definitiva, ocultar ingresos. Es lo que ha sucedido en el Barça y lo que se está destapando en tantos clubs españoles; el Real Zaragoza es el ejemplo de cómo gestionar pésimamente un patrimonio emocional.

Pero se empeñan en seguir aumentando la bola; y para eso necesitan mucha publicidad. Hoy en día, la Liga Española tiene en los informativos más espacio que la política. Para vender la burra. Y por ello tenemos fútbol todos los días. Yo estoy saturado. Solo me intereso por partidos muy especiales. Están matando el negocio, porque poco a poco todo lo que concierne al fútbol irá apareciendo en la sección donde siempre aparece Bárcenas. Como ahora el caso Neymar.