La Audiencia Nacional ha desestimado una demanda del sindicato CGT contra una empresa de call center que, según los sindicatos, vulneró los derechos de los trabajadores al descontarles de su sueldo la parte proporcional de llegar tarde al trabajo sin justificación. Por supuesto la empresa para poder aplicarlo debe llevar un registro efectivo de la jornada laboral. Los sindicatos, por su parte, han recibido con sorpresa e incredulidad la sentencia y apelan por el diálogo para dirimir los conflictos de jornada. Lógico, en las relaciones laborales este es imprescindible para perfilar los pequeños desacuerdos que se generen entre las partes y en la búsqueda de soluciones compensatorias se pueden quedar muchos de ellos. No sería normal extrapolar la sentencia a todos los sectores, pero también hay que admitir que en determinados trabajos el horario de jornada es imperativo y la fórmula de compensarlo con la salida no tiene sentido, aunque en la mayoría de los empleos esta puede ser la fórmula habitual. No obstante, generalizar soluciones tajantes desde las empresas cuando estas han implantado una flexibilidad a sus plantillas no sería muy coherente, además en un escenario como el actual, con la polémica todavía persistente del registro horario. En Aragón se estima que hay 23.000 horas al mes no pagadas. El debate debe ampliarse a toda la situación laboral, que es un compendio, y buscar en el diálogo la resolución de los conflictos.