En el Ayuntamiento de Zaragoza se especulaba ayer con que el alcalde sancione a los concejales de la oposición si vuelven a ausentarse de un pleno y este debe suspenderse por falta de quórum. Esta posibilidad es potestativa de Santisteve, y hasta sería comprensible desde un prisma meramente reglamentario, pero... ¿dónde queda la política? Los problemas de la gestión en el ayuntamiento no son de indisciplina, sino de mera incapacidad. ¿Hasta cuándo?