Los concursos de tarde no suelen tener muy buena prensa, vamos, que no suscitan comentarios de tasca. Pero ayudan a las cadenas a elevar sus índices porque suelen contar con un público muy fiel. Uno de los más veteranos es Pasapalabra, un relaxing cup en Tele 5, antes del informativo noche. Lo conocen, supongo.

Allí reina desde hace semanas Paz, una mujer de una rabiosa inteligencia, que se conoce el diccionario como el descansillo de su casa. He perdido la cuenta de los días que lleva concursando, siempre al borde de alcanzar ese premiazo de más de un millón de euros, un bote estratosférico que espera ganador. Yo creo que nunca lo conseguirá porque soltar semejante pastón anquilosa a cualquier mindundi de la productora (no es Tele 5 quien otorga el premio sino la empresa que lo produce). Siempre brotan un par de palabras oscuras, insólitas, que impiden que Paz se lleve tamaño pastón.

Acompañándola estuvieron (creo que hasta mañana) esa pareja de artistas aragoneses llamados Gandules; Roberto y Santiago y viceversa, que han hecho del humor absurdo y destalentau un oficio de mucho éxito. Participaron como famosos, aunque no alcancen el estatus de un Bisbal, por ejemplo, que estuvo en El Hormiguero por... ¿décima vez? Los Gandules nos deleitaron con "gracias al generador ahora tenemos luz"Œ, que es un canto a estos tiempos. Una idea para sortear los atracos de las eléctricas. Traer a casa el generador del huerto. Y aparecieron con su bata doméstica. Con esas pintas, con esas letras, cómo no van a tener éxito.