El paseo de la Independencia puede llegar a ser una de las obras más ruinosas para la ciudad si las dos constructoras que las realizaron consiguen su objetivo de cobrar 6,7 millones de euros (1.120 millones de pesetas) por el párking que definitivamente no se hizo. Necso Entrecanales y Mariano López Navarro, las constructoras, reclaman esta cantidad en concepto de los daños que les causó la supresión del aparcamiento para proteger los restos del poblado bereber que permanece enterrado bajo el paseo. Para quien la suma de dos y dos sigue siendo cuatro es imposible entender que esta obra, que fue adjudicada por 10,8 millones de euros se disparara hasta los trece, a pesar de suprimirse la obra más cara, el párking. Antes de que trascendiera el sobrecoste que hubo que pagar finalmente, el entonces alcalde, José Atarés, llegó a vaticinar que la anulación del estacionamiento podría significar incluso un ahorro. Ahora reclaman taza y media.