Para qué vamos a andar con eufemismos: los resultados de la XVII reunión hispano-francesa no han sido muy favorables. La línea ferroviaria internacional Canfranc-Olorón ha pasado de momento a vía muerta, y el túnel del macizo del Vignemale no estará antes de un largo medio plazo, y el cacareado apoyo de Chirac a la candidatura de Zaragoza a la Expo quedó en un mero y protocolario elogio. Monsieur le president no se mojó en el Ebro. Tímidos avances para Aragón tras la cumbre, tituló en portada EL PERIODICO DE ARAGON del día después. Pues eso. Ni más ni menos. Y mañana 16-D es el día grande de Zaragoza y Aragón en París. Es el día de la nominación para ser sede de la Exposición Internacional 2008. La esperanza se llama 60%. Eso dicen los entendidos. Un 60% de posibilidades de que zaragozanos y aragoneses celebremos juntos el triunfo por las calles y plazas de la capital. Mañana es el día del ser o no ser para una flexible Torre del Agua de 60 metros de altura sobre ríos de ilusión cimentada, y lo es también para el Pabellón de las Islas y las Costas, y para el puente del Milenio y el Paseo Fluvial del Ebro.

Zaragoza: tu nombre mañana.

*Doctor en Medicina y radiólogo