Y a usted, ¿qué le hace feliz? Piense. A pesar del paro, del altísimo nivel de desigualdad y de que la mitad de la población vive con menos de mil euros al mes, los españoles somos, objetivamente, de los más felices de Europa. No estamos en el pódium, pero sí en el puesto número siete, según una lista elaborada por Eurostat, la oficina de estadística europea. Más pobres que Francia y Alemania, pero más felices. Con mayor esperanza de vida, con mayor calidad ambiental y con mejor sanidad pública. Sí, esta, pese a los recortes, sigue siendo la envidia de nuestros vecinos. Y ya no digamos de los países menos desarrollados. Decía Benjamin Franklin, uno de los padres fundadores de los Estados Unidos, que la felicidad "se logra con pequeñas cosas que ocurren todos los días". Y entre esas pequeñas cosas está el acceder sin problema a algo tan cotidiano para nosotros --e inalcanzable para otros--, como la comida, la luz o el agua. Para nosotros, los del mundo desarrollado, el "oro azul" es un elemento más del día a día, pero para los habitantes de 50 países del mundo es la felicidad sin matices. Para nosotros, un vaso de agua apenas tiene valor. Para 740 millones de personas es el reto diario, la separación entre la vida y la muerte. Y, una vez más, los datos se ceban con África Subsahariana: allí vive el 40% de los afectados, 296 millones de personas que sueñan con una simple gota de agua.

Nosotros, y ellos. Esa dicotomía por un elemento que cubre el 70% de la tierra. Debería haber para todos, pero no. El Instituto Nacional de Estadística calcula que en España el consumo medio de agua por persona es de 144 litros al día --en Aragón es de 132--. Estamos por encima de los 100 litros que recomienda la Organización Mundial de la Salud, y a años luz de países como Sierra Leona, Malí, Indonesia, Etiopía o Gambia. Allí, no hay casi agua. Sí, campañas para promover el lavado de manos entre los más pequeños, los más vulnerables ante las enfermedades derivadas de la falta de higiene.

SEGÚN UNICEF, 1.400 niños menores de cinco años mueren cada día por enfermedades diarreicas. ¡1.400 niños! Cruz Roja Internacional ha puesto otra cifra: la falta de agua potable se lleva a un niño cada 15 segundos. Es decir, cuatro han muerto por algo tan básico como el agua desde que usted comenzó a leer esta información. Allí, qué lejos les queda la felicidad. Nosotros, y ellos.

Periodista