Se detecta, en la nueva novela negra española, una tendencia a ambientar las tramas detectivescas en el norte de España. No siempre, claro está, dándose, de hecho, una cierta regionalización de esta especialidad literaria, abundando los títulos en las Comunidades de Valencia, Canarias, Cataluña o Aragón, sin ir más lejos. Pero el norte se lleva la palma.

Es en Cantabria donde María Oruña ha decidido ubicar sus argumentos policíacos, que suman dos notables entregas en los dos últimos años: Puerto escondido y Un lugar a donde ir, ambas publicadas por la editorial Destino.

Puerto escondido encarna un excelente ejemplo de adecuación entre el paisaje y la acción. La autora utiliza algunas de las poblaciones más conocidas del área veraniega de Santander, como Suances, Comillas o Santillana del Mar, escenarios ciertamente sugerentes para cualquier argumento de misterio, y les saca todo el jugo combinando recursos literarios y escénicos, en un habilidoso ejemplo de arquitectura narrativa. El cementerio de Comillas, los conventos de Santillana o las casonas y viejos hoteles de Suances se convierten en perfectos hábitats de leyendas o personajes que ocultan antiguos secretos y que, adornados, o difuminados, por los fríos y nieblas del Cantábrico, azotados en sus pasiones por las olas y el viento de aquel mar bravo y helado se presentan atractivos y evasivos a los ojos del lector, contribuyendo a agudizar la tensión de los asesinatos que, como en toda buena novela policíaca, se suceden en el mismo entorno sin aparente explicación.

Para solventarlos, María Oruña crea un elenco de personajes con vocación de permanencia. Serán jueces, policías nacionales y guardias civiles quienes se encarguen de investigar la extraña aparición de los restos momificados de un bebé fallecido en los años cincuenta del pasado siglo. Destaca por su protagonismo Valentina Redondo, una joven y brillante investigadora de la Guardia Civil, pero el resto de oficiales y compañeros suyos está igualmente bien trazado, con una afortunada mezcla de realismo y ficción.

María Oruña reside en Vigo, siendo ella misma gallega, aunque con raíces cántabras. La semana próxima se desplazará a Calatayud para presentar su serie policíaca de Puerto Escondido y Un lugar a donde ir. Será una buena oportunidad para conocer su trabajo.