Al final, la Consejería de Agricultura ha tenido que suspender el Consejo Regulador de la DO Jamón de Teruel que había entrado en una situación de bloqueo por el enfrentamiento entre sus miembros, representantes de los ganaderos y los industriales, respectivamente. Las diferencias y las declaraciones recientes no hacían sino poner en peligro la imagen de una marca comercial que representa un fuerte activo económico para la zona y que tanto costó conseguir. Si hay asuntos que investigar, que se aborden, pero no en medio del fuego cruzado desde la propia denominación.