La Universidad de Zaragoza espera como agua de mayo el nuevo modelo de financiación que la consejera Dolores Serrat se comprometió a cerrar en julio. Puesto que la Consejería de Educación considera inasumible el modelo acordado en la anterior legislatura, no cabe otra opción que abordar desde la comisión mixta entre ambas instituciones un nuevo planteamiento que garantice la viabilidad y estabilidad de la universidad. Se tiene que llegar a un acuerdo forzosamente, la calidad de la educación superior pública está en juego.