Tras casi año y medio de obras, el tranvía iniciará hoy su trayecto con usuarios hasta las Murallas, un nuevo hito en la movilidad de Zaragoza con un medio de transporte que no solo afecta a los usuarios directos, sino que modifica a su paso los espacios ciudadanos que atraviesa. Los comerciantes de la zona, afectados durante meses por las obras, ven ahora con optimismo las ventajas de este novedoso desarrollo. La propia Cepyme ha impulsado una campaña para dinamizar el comercio y, sensatamente, da por superado el debate sobre la idoneidad de este medio de transporte, apostando porque llegue cuanto antes hasta el final de línea. Solo queda --y no es poco-- que los transeuntes y conductores se acostumbren a una circulación en la zona que difiere de la tradicional. Una cuestión de civismo y de cierta paciencia.