El convenio del AVE, que rige las obras que deben acometerse en Zaragoza con la llegada de la Alta Velocidad, nació viciado. Por eso, parece lógico que el nuevo responsable de la sociedad rectora, Andrés Cuartero, abogue por renovarlo. Comenzando por una previsión de costes más realista. No en vano, en los últimos meses de negociación del actual convenio, el documento se convirtió en una rifa en la que las tres administraciones implicadas quisieron añadir más y más proyectos sin prever los gastos que se generarían. Ahora es necesario que Ayuntamiento de Zaragoza, Ministerio de Fomento y Gobierno de Aragón se pongan de nuevo de acuerdo, pero sin perder mucho tiempo y sin abusar del recurso fácil, que no es otro que recalificar suelos para levantar más y más pisos libres. En unas semanas conoceremos el resultado del nuevo pacto por Zaragoza que reclama la sociedad Zaragoza Alta Velocidad y que se presume complejo.