Las Cortes aragonesas, que preside Violeta Barba, han aprobado un nuevo reglamento tras año y medio de trabajos y que ha concitado la unanimidad de la Cámara. Un consenso que ha permitido elaborar un texto más abierto en el que se incorporan mejoras en la participación ciudadana y se agilizan los procesos internos. En el tintero se ha quedado el uso de las lenguas que se hablan en Aragón, pero en aras del consenso se ha logrado impulsar una normativa que facilita la cercanía con las demandas ciudadanas y una mayor inmediatez en la actividad parlamentaria.