Hace una década era imposible hacerse con una licencia de taxi en Zaragoza o había que pagarla a precio de oro. Hoy la ciudad tiene más oferta que demanda, lo que abre un espacio para el análisis, ya que no solo la irrupción de las VTC se antoja como causa. Eso sí, pese a que los responsables del gremio buscan nuevos conductores, no hay que olvidar que los taxistas en activo confiesan en voz baja que están «encantados» con la falta de competencia.