La nómada troupe de los escritores cuenta con un excepcional fotógrafo y cronista agregado a casi todas sus expediciones. Se llama Daniel Mordzinski y es argentino como Julio Cortázar, uno de los primeros autores a los que fotografió cuando el gran cronopio, como le sigue llamando Mordzinski, vivía en el París de Rayuela, en el París de la Maga. A la cual, por cierto, también Mordzinski fotografió.

Con este insólito artista he coincidido en medio mundo, en la Managua de Sergio Ramírez, en el Panamá de Tristán Solarte, en el México de Carlos Fuentes, en Madrid, en Barcelona, en Gijón... y, finalmente, antes de ayer, en Zaragoza.

¿Que le ha traído a la capital del Ebro? Una extraordinaria exposición de sus fotografías de escritores/as, que puede admirarse en las salas del Museo Pablo Serrano.

Allí están todos, o casi todos los que en la literatura hispanoamericana han sido y son. Una enorme foto en blanco y negro de Jorge Luis Borges, tomada en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires da la bienvenida a una muestra donde se suceden retratos de García Márquez, Sábato, Donoso, Vargas Llosa... Todos los padres del boom, pero también sus hijos, y hasta sus nietos. Cada autor/a ha sido fotografiado/a en su entorno natural, de modo que el paseo visual por sus rostros lo es también por los paisajes que les son afines, puertos, playas, plazas, despachos, escaleras, túneles...

Además del marco y la atmósfera, Mordzinski invita a posar --entiéndase--, con algún gesto o guiño a su estético juicio simbólico de una obra concreta. A veces te pone gafas, vendas, máscaras. Otras te sube a un embarcadero, a un trampolín... El resultado es muy original, ciertamente emblemático y abarcador de una manera de entender la literatura y de ver la vida en los planos visuales en que decenas de escritores españoles e hispanoamericanos la han visto y descrito.

Mordzinski es también un excelente contador de historias, muchas de ellas tienen que ver con los autores a los que ha fotografiado una y otra vez y con quienes ha llegado a disfrutar de una buena amistad.

Una exposición para acercarse a la literatura desde su luz interior.