La contaminación y la lucha contra ella es un asunto de todos, países, ciudades, empresas e individuos, cada uno en su medida. De ahí que la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente se considere una fecha para hacer balance de compromisos adquiridos y realidades alcanzadas. En Zaragoza, por ejemplo, pese a la bajada quedan lejos los objetivos de reducción de emisiones contaminantes. Sin embargo, en lo que afecta a movilidad, es posible alcanzarlos. Por contra, en la industria, que supone la mitad de emisiones de la ciudad, siguen creciendo. En ello hay que incidir.