La Orquesta Sinfónica Ciudad de Zaragoza ha desatado la polémica por la oferta realizada a músicos para participar en siete conciertos de la gira de Raphael en grandes recintos. Se ofrecen 400 euros por las siete actuaciones y... 10 euros al día de dietas. La denuncia de un violinista se ha disparado en las redes, apelando a la dignidad de la profesión y al intento de explotación que supone tal oferta, además del escaso reconocimiento que encierra para los profesionales de la cultura. Responsables de la orquesta aducen que si pagan más las cuentas no salen. Y para que salgan, por lo visto, hay que derivar la racanería hacia los últimos eslabones. La cultura se merece mayor reconocimiento. O no será.