Putin y Aznar votarían por Bush si pudieran. Lo han declarado abiertamente. Bin Laden también pretendía influir con su vídeo en las elecciones norteamericanas. No lo sabemos a ciencia cierta pero da la sensación que Osama prefiere al republicano que al demócrata. En cambio la mayoría de los españoles, y seguramente la gran parte de los habitantes del planeta preferimos que Kerry sustituya al tejano. Pero desgraciadamente en estos comicios sólo pueden votar los norteamericanos. En teoría, la más antigua democracia se rige por la bonita máxima de un hombre un voto. Sobre el papel, vale tanto el voto del presidente de Halliburton como el del parado del gueto. En la práctica existen infinidad de trabas censales que dificultan que los más desfavorecidos accedan a ejercer su derecho al voto. Además esta es una elección indirecta, sometida a correcciones demográficas y administrativas y la abstención ronda siempre el 50%. De esta forma se puede ser presidente de la mayor potencia mundial con el 25% de apoyo electoral. Ojalá que esta exigua mayoría finalmente se haya decantado por un cambio en la decoración de la Casa Blanca. Por la cuenta que nos trae.

*Músico y gestor cultural