La portavoz de Vox en el Congreso, Macarena Olona, de armas tomar, de crucifijo y daga, ha querido meterle una puñalada parlamentaria a Pedro Sánchez viniendo a llamarle genocida. No por haberse cargado a los indios de América, como le recordaría López Obrador, sino a la cuarta edad, a los mayores de España.

El presidente del Gobierno, según Olona, les habría aplicado una suerte de eugenesia activa, aliándose con los efectos del covid-19 para eliminar en masa a nuestros indefensos abuelos, tan fría e implacablemente como Mengele a los disminuidos, Hitler a los judíos o Alí el Químico a los kurdos.

La diputada tanqueta de Vox, aires legionarios, cornetas, banderas y mantillas a su paso, ha lanzado esta delirante acusación no como producto de un desvarío, sino como argumentario. Portavoces de Vox han asumido la escalofriante denuncia de Olona contra el Gobierno, imputándole la muerte en residencias de 10.000 ancianos españoles que supuestamente no fueron atendidos, ni desinfectadas sus instalaciones, ni trasladados a hospitales públicos, ni enterrados como Dios y Santiago Abascal mandan.

Olona ha recordado que el PSOE intenta aprobar una ley permisiva con la eutanasia. Al no haberla sancionado parlamentariamente, ni entrado en vigor, cree que los socialistas, aplicando aquello de que el fin justifica los medios, han aprovechado los letales efectos del coronavirus como una nueva «solución final» (no olvidemos a los nazis como referencia ideológica de Vox).

Pero, ¿por qué habrán querido Pedro Sánchez y Salvador Illa dejar morir a tantos miles de españoles de la tercera y cuarta edad? ¿Quizás porque no les votan? Puede que en la falange mental de 'Olé Olona Olé', las aplicaciones políticas del covid-19 inviten a la conclusión de que buena parte de los fallecidos eran votantes suyos, pero ni siquiera esa hipótesis justificaría el regreso al tiempo en que nuestros diputados acudían al escaño con pistola.

Al revés que en la famosa canción de Peret, Macarena Olona no estaba tomando cañas (por el confinamiento); tampoco muerta (políticamente); entonces, ¿estaba loca?