Es difícil admitir que Zaragoza pretende organizar la Expo del 2008 a orillas del Ebro, a juzgar por el estado que ofrecen las riberas del río a su paso por la ciudad. Años y años de proyectos, de ambiciosos concursos que premiaban los diseños más espectaculares para el cauce y para los seis kilómetros de orillas, se resumen en las lastimosas imágenes que se ofrecen en estas páginas. Parece que esta vez va en serio, y que el Ayuntamiento ya dispone de dinero y ganas para redactar el proyecto de limpieza y recuperación del mejor espacio de la ciudad. Ahora está por ver la buena disposición de las administraciones implicadas en la Expo --Ayuntamiento, Gobierno central y Gobierno de Aragón-- para desarrollar después lo proyectado. En la campaña de la anterior legislatura el PSOE llevó como bandera la recuperación del Ebro, así que el alcalde Belloch tendrá que emplearse a fondo para ejecutar su proyecto estrella, sea Zaragoza la elegida o no.