Obesos, carminaordoñezcos, hipotecados, teleadictos, aburridos. Ahora se queja el gentío de que algunos cedés de música no se pueden escuchar en el reproductor del coche. Lo pone en la caja, se queja el gentío. Te compras un cedé, no lo puedes oír en el auto, pero tampoco lo puedes grabar para hacerte una copia privada a la que tienes derecho por ley. Una copia para ti, no para revenderla y hacerte rico. Copiarte un cedé por el que ya has pagado un canon extra. Uf. Ese gentío lo que hace es ir a internet y bajarse la canción. La propia industria parece que empuja a eso. Penalizan el tararear.

Granhermanismo de media tarde, se va el verano en medio de todas esas mochilas. Primeras tardes de deberes. Los críos hacen los deberes sin quitar los ojos de las teles, de esas vidas resumidas, editadas a toda prisa. Grasas industriales y vidas recién editadas. Va abortando la tarde, abren los pubs, alguien afila una guitarra y cunde el miedo a China, que todo lo duplica, lo clona y lo revende por esos polígonos en llamas. Vuelve el antiglamour de los astilleros, reconversiones que creíamos cerradas, cuando las minas, Sagunto y todo aquello, vuelven los últimos obreros del antiguo régimen, que parecen extras de Cuéntame o de Los 80 . Creíamos que la SEPI había liquidado todo eso, lo había privatizado ya, desmantelado, troceado, cuñadeado...

Se pasan las tardes copiando cedés, mientras los abuelos cogen sitio preferente en torno a las nuevas obras, siempre inminentes, carasoles donde se van a levantar los puentes prodigiosos, kilómetros de vías, miles de pisos, oficinas... Se acabó el debate del estado de la comunidad y la pobre se queda otra vez a su aire, con el listado de baches, el catálogo de emigrantes y las autovías y los trenes y los pirineos impenetrables. Se otoñiza la tarde y aún no acaba de reentrar el I+D. Se agota septiembre en la fase de discursos.

La Universidad de Navarra abre el mayor centro de investigación biomédica del país. Se ve que este año ya no va a ser la construcción lo que más crezca, que va a ser la sanidad... obesos, cocainómanos, teleadictos, malcomidos, envejecidicos... El chiflado que mató a un policía en Sueca y no se entregó hasta que salió su voz en la autonómica culpaba a la asistencia sanitaria.

Y tenía el arma en regla.

*Escritor y periodista.