De nuevo la avería en un tamagochi, un modelo de tren de más de 40 años, volvió a dejar sin servicio la línea Teruel-Zaragoza. Y, de nuevo, Renfe vuelve a justificar el incidente como «de carácter puntual» y habilita un transporte por carretera para los dos viajeros afectados. No se trata de buscar alternativas y de hacer hincapié en el número de afectados. Un servicio público debe estar operativo, lo usen dos o doscientos y no se puede considerar coyuntural lo que es demasiado habitual. El Gobierno aragonés debe forzar la renovación del parque de trenes, como se exige en Extremadura. Demasiadas décadas de los usuarios reclamando un tren competitivo sin que se adopten decisiones efectivas. Ya vale.