Una vez más, los militares españoles --varios aragoneses-- que van a desarrollar una delicada tarea lejos del país, iniciaron su viaje sin poder hablar con la prensa. Hace unos meses fue el Ministerio de Defensa del popular Federico Trillo quien impidió la entrada de periodistas al acto de despedida y ayer hizo lo mismo el del socialista José Bono (sólo pudieron tomarse imágenes). No hay que tener miedo a lo que puedan decir los militares salvo que se quiera ocultar algo. Todos conocemos que la misión es peligrosa pero la sociedad española también tiene derecho a saber lo que los profesionales opinan. Y ya se sabe que son muy responsables.