Otro proyecto comercial recibe en Zaragoza un varapalo judicial. La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón contra el outlet de Pikolín no es ningún triunfo de las asociaciones y los partidos que se opusieron rotundamente a esta inversión, aunque estén muy satisfechos. Es otro fracaso de quienes no hicieron bien los trámites y ahora ponen en riesgo el plan empresarial de Torre Village (bueno o malo, gustaría más o menos, pero estaba ya en marcha). El urbanismo a la carta no puede hacerse y ese es el mal de esta ciudad en muchos años. Eso es lo que hay que corregir.