Nuestro presidente, Javier Lambán, lo dijo el pasado viernes en Las Cortes. La ciudadanía no entenderá que los políticos caigamos en excesos verbales y agresiones y no nos respetemos y nos pongamos a trabajar, codo con codo, en la reconstrucción social y económica del país. El Grupo Municipal del PSOE, del que soy portavoz, ha intentado en estos tres meses de pandemia trabajar en esa línea, con el único objetivo de salvar a los zaragozanos y, sobre todo, de garantizar que nadie se quede atrás cuando superemos la mayor crisis sanitaria de la historia reciente de España.

Con este mismo fin, nos reunimos con una treintena de entidades en apenas veinte días y fuimos los primeros en pedir la puesta en marcha de un Observatorio Municipal del Impacto Económico y Social Covid-19. El Gobierno PP-Cs recogió el guante y propuso a los grupos municipales la constitución de la Comisión por el Futuro de Zaragoza, en la que, también a solicitud del PSOE, se ha dado voz a los colectivos y agentes sociales afectados por esta crisis.

A lo largo de estas intensas tres semanas de trabajo, han sido estos colectivos, solo ellos, los que han expuesto la dramática situación que ha dejado el Covid en la ciudad. Cerca de 4.000 negocios corren el riesgo de no poder levantar su persiana, lo que pone en peligro miles de empleos. Las peores previsiones apuntan incluso a que hasta 15.000 personas pueden quedarse sin trabajo. Tampoco podemos olvidarnos del sector cultural, que no solo sufrirá las consecuencias económicas por el recorte en los aforos sino, casi con toda la probabilidad, por los cambios en los hábitos de consumo.

Es pensando en esos zaragozanos, por responsabilidad, por lo que el PSOE ha buscado consensos a la hora de negociar el dictamen que se ha elaborado en la Comisión por el Futuro de Zaragoza y al que daremos nuestro apoyo en el pleno de hoy, a pesar de que, sinceramente, pensamos que el Gobierno PP-Cs podría haber hecho mucho más por los ciudadanos.

La semana pasada dejaron pasar una gran oportunidad de demostrar que las personas les importan. En el pleno del 29 de mayo, PP-Cs aprobó, con el apoyo de Vox, la modificación del Plan General de Ordenación Urbana para promover la venta de suelo público en Gómez Laguna, con la idea de construir una clínica privada. Una enajenación que se estima que ingrese en las arcas municipales unos 10 millones de euros.

No nos acusen de contradicciones. La prioridad del Partido Socialista es y será siempre la sanidad pública. Es la que ha respondido ante la pandemia, la que ha demostrado que España goza de uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, con unos profesionales que, en muchas ocasiones, han antepuesto la salud de sus pacientes a la suya propia. Unos sanitarios a los que nunca me cansaré de agradecer su dedicación y entrega. Una red pública que ha atendido a más de un 80% de los enfermos de Covid. Por ello, no entendemos el interés general de un hospital privado en la ciudad.

Pero, quizás, la postura del PSOE ante esta operación habría sido diferente si el Gobierno de la ciudad hubiera aceptado la condición sine qua non que pusimos encima de la mesa para respaldar esta operación urbanística: que esos 10 millones obtenidos por la plusvalía de la venta del suelo se destinaran a paliar los graves efectos de la pandemia. A salvar al autónomo, al pequeño comercio, a los bares, a los restaurantes, a los promotores culturales… A todos los que dan vida y son el corazón de esta ciudad. Una propuesta a la que el Gobierno PP-Cs se negó tajantemente y a la que solo respondieron con su intención de destinar el dinero obtenido a «tapar agujeros».

No estamos en contra de la iniciativa privada, ni de la venta de suelo. Sí, señor Serrano, el PSOE ha apoyado en numerosas ocasiones la enajenación de terreno municipal para hacer ciudad. Apoyamos públicamente una de las últimas propuestas, la de 2016, porque entendimos, igual que ustedes entonces, que una de las prioridades de Zaragoza era la construcción de una nueva Romareda. Pero estarán de acuerdo con nosotros en que las prioridades han cambiado. El único proyecto en el que podemos pensar ahora es en el de salvar el presente de los zaragozanos para así garantizar su futuro. Porque el PSOE siempre pondrá por delante a las personas. Nuestra responsabilidad como políticos es ayudarles, velar por su bienestar, social y económico. Evitar que nadie se quede atrás. Hay que poner a las personas en el centro de la política. Así lo hemos entendido en estos meses. Y así lo entenderemos siempre.

*Portavoz del Grupo del PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza