Aragón vuelve a demostrar que si hay interés por lograr un acuerdo, se logra. Y el lunes se pondrá de manifiesto con la firma del pacto social y político --todos, a excepción de Vox-- al para la recuperación de la comunidad tras la crisis sanitaria y económica que ha dejado el coronavirus. Y sorprende que aquí sí se pueda, al igual que en otras autonomías, y en Madrid con las mismas siglas políticas en el tablero, cada día que pasa se sube un escalón más en los exabruptos y las descalificaciones. Así será más difícil que las peticiones al Gobierno de Sánchez que incluye el plan aragonés no caigan en saco roto o cueste lograrlas. Aunque el presidente aragonés, Javier Lambán, ya ha insistido en que no permitirá que haya discriminaciones entre comunidades. Bienvenido sea el acuerdo y sus efectos futuros y un buen motivo para que el vicepresidente Aliaga se reincorpore al trabajo tras sus estancias hospitalarias.