La gente sigue muy tensa, muy encabronada. Estamos en fase de recuperación pero de una recuperación que consagra la nueva realidad: tener un trabajo no te resuelve gran cosa porque cobras una mierda. El otro día, la ministra del ramo, tan salorosa y convincente, afirmaba que ya se han recuperado dos de cada tres puestos de trabajo destruidos por la crisis del 2008. ¡Qué mas quisieramos! En realidad, en términos salariales apenas se ha recuperado medio empleo de aquellos. Solo que esa mitad se la reparten entre dos personas, a setecientos euros per cápita.

Pero Rajoy se aferra a la recuperación porque no tiene nada más. De alguna forma, el PP y sus administraciones se las han venido arreglando para tropezar una y otra vez con sus cargos públicos, amigos, tesoreros, patrocinados, fiscales y personajes en general. Así que el presidente del Gobierno lleva años avalando muy serio a este o aquel (esta o aquella) para luego acabar refiriéndose al interfecto como «esa persona a la que usted se refiere». El bueno de Mariano ha estado y está rodeado de cosas raras: administradores y accionistas de sociedades off shore, banqueros fuleros, propietarios en la bendita Suiza de cuentas, depósitos, legados y lingotes de oro, chorizos de alto nivel amnistiados o entalegados, bigotes, conseguidores, empresarios con patente de corso, ministros extravagantes... Así que sus partidarios han de esforzarse en difundir la idea de que toda esta barullera y esta ponzoña no es para tanto, o bien que, aun si lo fuera, es cosa que pasa en todos los partidos y todas las casas. ¿Quién no ha puesto el piso a nombre de una sociedad panameña?

Se habla mucho del manejo de los tiempos que caracteriza a Rajoy, cuando en realidad lo suyo es pura y simple pereza, inacción y dejar pasar... a ver qué pasa. Se habla de las habilidades de doña Soraya, que en realidad se limita a presionar y comprar voluntades a cargo del erarioas. Se habla, en fin, de que España va bien otra vez, y lo que ocurre es que nos estamos habituando a vivir a crédito y no pensar en el mañana. Y encima este calor...