Los lazos amarillos, el diseño fiscal, los datos del turismo, las pateras, el horario... Sobre todo ello se ciernen argumentarios simétricos, por los cuales el cuervo llama negraza a la picaraza y la ley del embudo queda consagrada como justicia inapelable. No hay jornada sin que superpongan debates en los que el de la viga en el ojo le reprocha la paja al de enfrente, o viceversa. Los inocuos desafíos del podemismo y las pretensiones reformistas del PSOE han sido replicadas por unas derechas desbocadas. Solo ha faltado lo de Cataluña.

Sucedió ayer con la presentación de la nueva temporada de informativos en RTVE, replicada de inmediato por el mismo PP que durante el rajoyismo purgó y sometió a la plantilla sin ninguna contemplación. Así que tuvimos otra polémica absurda y viciada. Como viene siendo habitual.

Y es que el sectarismo lo invade todo. Y como ese todo es relativo, opinable e incierto, lo blanco puede ser negro o viceversa. Según se mire.

Les pongo un ejemplo ajeno para que nadie de aquí se enfade: Imaginen por un momento que los constantes tiroteos que se producen en Estados Unidos (en escuelas y campus, en las calles, en los parques) en vez de correr a cargo de sociópatas o dementes que utilizan armas adquiridas legalmente, fuesen obra de yihadistas. Gobierno e instituciones, organizaciones cívicas y medios informativos hablarían de estado de guerra, reclamarían respuestas contundentes y por supuesto pondrían al país bajo algún tipo de estado de excepción. Pero sin embargo los «tiradores incontrolados» solo provocan la reacción puntual de las asociaciones defensoras de los derechos humanos, cuyas manifestaciones no han logrado imponer el más mínimo control a la venta de pistolas y fusiles de asalto. Como si las víctimas fuesen menos víctimas, o no lo fuesen. Es más, los mismos que exigirían sangre y venganza ante cada crimen «terrorista», son quienes relativizan las masacres «normales» y defienden el derecho de la ciudadanía a armarse hasta los dientes y asesinarse con alegría. ¿Es un pájaro?, ¿un avión?... ¿una fake?