Hace tiempo que los políticos introducen palabras extrañas, o transforman la estructura de otras correctas modificándolas al absurdo. Fue el caso de Carmen Romero, diputada por Cádiz años atrás, que dijo eso de “jóvenes y jóvenas”, o de otras diputadas que hace menos tiempo hablaron de “miembras” y “portavozas”. En principio el uso de esa jerga no dejaba de ser una anécdota propia de ignorantes insulsos que creían que el mundo se cambiaba modificando la terminación en presunto modo femenino de algunos vocablos.

Pudo parecer una moda pasajera, pero semejantes necedades siguen campando y ganando espacio en la algarabía de la casta política y de parte de la prensa.

En estos días la palabra más usada es 'desescalada', que está bien construida, pues usa el prefijo 'des-', que indica negación o inversión del vocablo simple al que complementa, en este caso 'escalada' (o 'escalamiento'), que significa “acción y efecto de subir” y “aumento de algo”; pero lo usan para expresar que desciende el número de contagios y de muertos, aunque cuando estos crecían no decían “escalan”, sino “suben” o “aumentan”.

Donde más bobadas se han introducido es en el lenguaje inclusivo de género. Así, Irene Montero, ministra de Igualdad, ha aportado la palabra 'monomarental' en sustitución de 'monoparental'; quizá lo de 'parental' le parece a la ministra un término machista. La ignorancia de esta señora es supina: cree que 'parental' deriva de pater (padre); pero no, resulta que 'parens' es el participio presente del verbo latino 'pario' (parir, dar a luz), acción que de momento está vedada a los hombres. Por este camino, la ministra igual propone que el acto de dar a luz se denomine 'marir', que suena más femenino; así, ella acabará 'mariendo', en vez de 'pariendo'.

Si solo se tratara de ignorar la etimología de las palabras, la cosa no pasaría de una cuestión de incultura que se soluciona llevando a ministros y diputados de vuelta a la escuela; lo grave es la manera de usar el idioma a la hora de construir frases y de expresar ideas.

La ministra de Trabajo ofreció una buena muestra de galimatías al ¿explicar? los ERTE; el experto ministerial en pandemias ha dado también algunos 'gloriosos' ejemplos; y el presidente del Gobierno, doctor él, ha llegado a decir que “La desescalada será asimétrica, gradual y se guiará por marcadores hacia la nueva normalidad”, o que “La primera fase de la desescalada será la fase 0, y la segunda, la fase 1”.

Cuánto debe de saber esta gente que dice cosas que no entiende nadie.