Desde unos meses a estos días el mundo se ha tenido que adaptar y familiarizar a nuevos procedimientos y modelos de atención debido a la pandemia de infección ocasionada por el covid-19. Desde un primer momento se nos ha informado por varios medios de comunicación, que se trata de una epidemia, es decir, de una infección de la misma enfermedad que adquiere un grupo considerable de personas en un periodo de tiempo determinado en una zona o país concreto; si se desprende que un brote epidémico es la aparición de una epidemia en un área geográfica reducida y durante un corto espacio de tiempo mientras que la pandemia es una epidemia que se extiende por distintos países y continentes caso este en los que la infectabilidad se incrementa y conlleva a favorecer su aparición en diferentes áreas de manera descontrolada.

Aclarados los términos, decir que el covid-19 que estamos padeciendo debido a su alta capacidad de contagio ha conseguido desplazarse de manera global, hecho que ha dificultado no poco su control. A modo de ejemplo citaré que si comparamos a la gripe común con el coronavirus observamos que mientras la gripe avanza en cada ciclo con individuos afectados: 10, 14, 21, 31. El covid-19 aumenta así: 10, 28, 72, 192, sorprendente verdad?

Como la mayoría de las otras enfermedades infecciosas se trata de un virus que se transmite de animales salvajes a humanos», y se está propagando más rápido que las pandemias anteriores -como ya he citado- debido a su capacidad de viajar.

Es cierto que el covid-19, muestra similitudes con muchas otras pandemias en la historia en términos de sus orígenes, propagación global y respuesta social y económica, pues es un hecho que las epidemias han estado presentes históricamente y han marcado la realidad puntual de muchas poblaciones, pero por suerte el coronavirus es un virus que produce un síndrome respiratorio autolimitado, con baja tasa de complicaciones y una mortalidad que ha fluctuado desde el 5,8% a zonas del 2%, lo que indica una baja mortalidad pues recordemos la mortalidad que ocasionó con la viruela que supuso mas de 300 millones de fallecimientos, encontrando su salvación /freno gracias al británico Edward Jenner en 1796 o el sarampión que se llevo por delante dejo 200 millones de vidas y que a día de hoy aunque se ha logrado contenerla, no hemos conseguido erradicarla. A diferencia de las otras epidemias citadas, la epidemia de la denominada peste negra no la causa un virus sino una bacteria denominada Yersinia pestis, la cual transmitían las pulgas de las ratas la cual acabo con mas de 75 millones de muertes en la Edad Media en gran parte , debido a la falta de medidas de control y las malas condiciones de salubridad existentes en esa época.

No olvidar debemos también la conocida como la plaga de Justiciano» que durante el Imperio Bizantino supuso 25 millones de muertos, el cólera, con más de 3 millones de fallecidos y la gripe acaecida en nuestro país entre 1918 y 1920. Pandemias todas ellas, que hemos vivido a lo largo de la historia.

Pero… detengámonos en esta última por ser la mas cercana en el tiempo así como por lo que a España supuso en la pandemia de la gripe de principios del siglo XX.

SEGURO QUE MUCHOS de nosotros hemos oído hablar a nuestros abuelos o bisabuelos de lo que la pandemia de la gripe supuso para nuestro país, favorecida su extensión por la Primera Guerra Mundial, con datos en la mano podemos decir que acabó con la vida de mas de 100 millones de personas, podemos afirmar que se trata de la peor pandemia que ha vivido la humanidad en el último siglo. A su lado, la actual pandemia del coronavirus causante del covid-19 se queda corta .

Cierto es que desde la aceleración de la crisis del covid-19 se han multiplicado las comparaciones entre estas ambas pandemias». Hemos vuelto a recordar la gripe española, por la significancia de lo que supuso en su día , pues no es de extrañar que haya sido considerada como la crisis sanitaria más grande que el mundo conoció jamás en términos de balance de fallecidos. Habían existido otras pandemias como por citar alguna, la peste negra pero era a la escala del mundo de entonces (entre 1347 y 1353)

«En la actualidad, en el momento de la aparición hoy en día del covid-19 todo ha cambiado sustancialmente, todo es distinto, Por lo que debemos de evitar las comparaciones pues tan solo supondrían el sembrar más miedo.

Lo primero de todo debido a que provienen de familias de virus diferentes mientras la gripe española es de tipo A (H1N1), el covid-19 es un coronavirus, eso si, ambas causan infecciones respiratorias con síntomas comunes del estado gripal, congestión nasal e incluso fiebre. «Pero en 1918, el gran causante de la mayoría de los fallecimientos eran las neumonías , las personas padecían una sensación de asfixia. Por otro lado la franja de edad la que ataca el coronavirus dista de la que lo hacia gripe pues mientras esta última se centraba en los jóvenes el covid 19 lo hace en las personas mayores y con patologías crónicas Otra de las diferencias de mayor importancia radica en la identificación del virus, pues en la época a diferencia que ocurre hoy en día con el coronavirus, es que no se conocía el agente patógeno de la gripe pandémica y con el desconocimiento del mismo difícilmente se podían desarrollar vacunas que pudiesen dar con la erradicación de la misma y de hecho el virus de la gripa española fue identificado en 1933.

Tampoco es igual los medios y capacitaciones de las que hoy en día se disponen y están en nuestras manos a los que en 1920 se disponían. Hoy un siglo después, el mundo ha avanzado y con ello la ciencia, la tecnología que en los últimos años nos ha revolucionado, la formación, capacitación, medios técnicos económicos …. por lo que el hacer un parangón entre ambas pandemias no carece de significación.

Y, a modo de conclusión expondré que lo que es obvio es que de cada una de las epidemias que la historia se han vivido han servido para que la sociedad aprendiera mucho y sobre todo para prevernos de un sistema de prevención mucho más capacitado. Podemos afirmar que hoy en día gracias a todas estas pandemias estamos mucho mas capacitados, preparados por lo que no tengamos miedo ni temamos a este virus , afrontémoslo con valentía y sobre todo precaución, mucha precaución, disponemos de los medios , hagamos uso de los mismos y actuemos con coherencia y prudencia, tan solo esa es la manera de vencer a este Goliat.

Amigos, hay motivos de esperanza, numerosas investigaciones y la efectividad de las mismas nos avalan, PACIENCIA, en breves celebraremos el que disponemos de los medios terapéuticos contra el covid-19».

Paciencia y coherencia y prudencia en la tan ansiada espera.

*Politóloga, Jurista y Gestora Publica Técnico en Comercio Exterior y Secretaria de Administración Publica