Las torres de refrigeración del Clínico están cubiertas con unas rejillas que no tienen más objeto que proteger los ventiladores que se encuentran en el interior de las torres. Y los protegen, precisamente, del vandalismo que se practica desde algunas habitaciones del hospitales, desde cuyas ventanas caen todo tipo de desechos: desde botellas de plástico vacías, a tetrabrik de zumos, pasando por cajas de pañuelos de papel. La seguridad y la higiene que demandan con todo derechos los usuarios debería empezar por ellos mismos.