¿La gente tiene ganas de guasa? Les aseguro que muchas. La gente se asoma al vértigo de las noticias serias y sabe que un par de botones más allá tiene otras ofertas en pantallas más cachondas. Y haberlas haylas.

Una de ellas es En el aire, el castillo de Buenafuente (La Sexta), que yo solo visito cuando el cuerpo me lo permite. Poner un programa muy próximo a la una de la madrugada es cojonudo para Buenafuente y Berto que no madrugan, pero para el resto de los mortales, es peligroso. Estos programas están hechos para los que van de tarde.

Lo que sucede es que la recompensa suele ser inmediata y gratis. El martes, víspera de San Valero, Andreu recibió con todos los honores a este chico que lleva viviendo de la fama ajena desde que su madre lo sacó un día al escenario. No tendría más de dos años. Ese es Paquirrín, un muchacho que no ha recibido los genes de su padre (tal como sus hermanos) de manera que todo en él es catastrófico. Pero ha sabido sacarle provecho a su físico y su psíquico. Y liga, liga mucho. Tuvo una frase genial: "Mis novias están más buenas cuando me abandonan". Tan buenas que todas acaban en Interviú posando sin nada en las manos.

No es fácil ser hijo de la Pantoja y no tomarse la vida en serio. Un día descubrió que su futuro pasaba por administrar sus silencios, de manera que cada vez que necesita pasta llama a una tele. A lo de Buenafuente fue gratis. Ahí, el chico, va a divertirse. Aunque le hagan leer libros, que ya es.