El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, tuvo que salir ayer al paso de la polémica sobre las paradas del futuro tren de alta velocidad de bajo coste (EVA) entre Barcelona y Madrid asegurando que tendrá una en Zaragoza «si hay demanda». La presentación de la línea sin más detalles generó una notable controversia en Aragón, acostumbrada a los desaires de los ministros de turno. Comprometida la voluntad de De la Serna, la misma unidad mostrada en la comunidad habrá de mantenerse cuando, dentro de un año, el nuevo EVA vaya tomando cuerpo de cara a su explotación comercial.