En medio de una inusitada expectación por la presencia de Agapito Iglesias ante un juez que instruye sobre las distintas derivaciones del caso Plaza, se conoce que la presunta factura falsa emitida por la que se le imputa falsedad en documento mercantil habría prescrito. Las fuentes jurídicas, sin embargo, consideran que no habría prescrito un presunto delito de cohecho (pago de mordidas para obtener contratas) que sugieren los informes policiales. El camino judicial que siga el caso se sustanciará en la aportación de las pruebas correspondientes y la interpretación de los magistrados, pero independientemente de ello, la ciudadanía sigue con interés el paseíllo hasta el juzgado de un personaje cuya actividad y trayectoria en los últimos años ha sido ya cuestionada. Pero eso es en la calle. Hoy toca sede judicial.