La crisis de Cataluña le ha servido de excusa al Gobierno central en los últimos años para no mover ficha con el Patronato del Archivo de la Corona de Aragón. Pero atrás quedan once años desde su fundación sin haberlo convocado y 31 años reivindicando que este ente se organizara (también el PP) para que ahora, para celebrar los 700 años, el Ejecutivo de Rajoy organice actos sin contar con Aragón (ni con el resto). Ni tacto, ni gusto ni buen hacer político.