A iniciativa del PAR, las Cortes aprobaron ayer por unanimidad una nueva iniciativa instando al Gobierno central a poner en marcha el Patronato de la Corona de Aragón, un organismo esencial para la gestión de los fondos históricos cuyos contenidos afectan hoy simultáneamente a cuatro comunidades españolas, incluyendo la nuestra.

Desde hace veinticinco años se habla de ese Patronato. Su existencia está recogida en los cuatro estatutos de autonomía de los territorios (Aragón, Baleares, Cataluña y Valencia) que formaron parte de la antigua Corona. Pero las diferencias políticas y la voluntad hegemónica de la Generalitat catalana han hecho imposible encontrar un marco en el que dichas comunidades y el Gobierno central pudieran tener una representación paritaria. ¿Será distinto ahora?

Cataluña, sede actual de los archivos de la Corona de Aragón, reclama otros fondos documentales (por ejemplo los papeles de la Generalitat republicana llevados a Salamanca) que también afectan a Aragón. Por tanto el Gobierno Maragall debe hacer un ejercicio de lógica política y colaborar lealmente en la constitución del Patronato que Pujol no dejó de boicotear mientras pudo.