El Ayuntamiento de Zaragoza quiere prohibir que patinetes, motos y bicicletas aparquen en las aceras. Se trata de una medida acertada. La primera de otras muchas que habría que implementar para poner al peatón en el centro del debate de la movilidad compartida. Esto al menos es lo que pensamos en la Unión Vecinal Cesaraugusta y hemos debatido recientemente en un foro de debate con todos sus protagonistas.

El foco, cuando se habla de movilidad y de transporte colectivo, habría que ponerlo mucho más en las personas. Que sean el eje sobre el que pivoten el resto de los argumentos, porque esa relación, bien ajustada y engrasada, es la que nos va a permitir avanzar hacia un modelo de ciudad más compacta, accesible, saludable y sostenible.

Todos los ciudadanos asumimos casi todo el día la condición de peatones, a la que generalmente no se le presta demasiada atención. Y por eso, precisamente, por ser una mayoría abrumadora, es necesario que sean más visibles cuando se habla de movilidad. En definitiva, no existe una movilidad más sostenible que la del peatón, al que hay que mimar y cuidar mucho más.

En este sentido, hay un dato especialmente relevante a tener en cuenta. En la actualidad, el 50% de los desplazamientos en Zaragoza se realizan andando. Es decir, los peatones siguen siendo el principal medio de transporte para moverse por la ciudad. Eso qué quiere decir. Pues según nuestro criterio, que habría que preocuparse más del entorno en el que se desenvuelve: arreglar y ensanchar aceras, rebajar bordillos, mejorar pasos de cebra y bulevares, poner más bancos y urinarios públicos, mantener mejor los jardines...

En definitiva, no se debería reorganizar o reordenar ninguna calle o viario, ni tampoco los medios de transporte, sin contar primero con las personas y después con el resto de las opciones de movilidad. Al mismo tiempo, también tenemos claro que el peatón debe ser el centro de esa realidad que los últimos años nos han traído los nuevos medios de movilidad compartida en forma de bicicletas, patinetes, motos o coches eléctricos.

Buena parte de estos medios de transporte invaden su espacio, por lo que urge una regulación clara y adecuada para dotarlos de lugares específicos de circulación y estacionamiento. En definitiva, regular y hacer cumplir, en la línea de las medidas que quiere poner en marcha el Ayuntamiento de Zaragoza. Es necesario hacerlo porque tan solo hay que salir a la calle para observar cómo sigue habiendo usuarios de esos medios que circulan por las aceras, espacios peatonales, en sentido contrario a la circulación y un largo etcétera. Además, por supuesto, de

los vehículos aparcados o tirados en cualquier sitio que desde hace tiempo forman parte del paisaje urbano de Zaragoza.

Nos movamos como nos movamos, el respeto al resto de usuarios de la vía pública es fundamental, y para conseguirlo es imprescindible la educación ciudadana a todos los niveles para que los desplazamientos por la ciudad no sean una gimcana permanente ni un ejercicio de riesgo.

*Presidente de la Unión Vecinal Cesaraugusta