Ser inteligente no es sinónimo de pensar bien. De igual manera que tener un buen coche no es igual que conducir correctamente. La cita es de mi colega maltés Edgard de Bono. Desarrolló un concepto, llamado «pensamiento lateral», para abordar diferentes formas de pensar. Esto explica por qué personas muy inteligentes no son capaces de resolver problemas sencillos. Y, en cambio, personas con un cociente intelectual medio sí encuentran rápidamente dichas soluciones. Son cuestiones relativamente triviales pero a las que cuesta dar respuesta.

Por ejemplo, dos padres y dos hijos se sentaron a desayunar huevos. Cada uno se comió un huevo y en total se comieron tres huevos ¿cómo lo hicieron? Lo que nos está sugiriendo este enfoque del pensamiento es que cada tipo de problema requiere un estilo diferente de afrontamiento. No quiere decir que abandonemos la lógica sino que la utilicemos de distinta manera. Porque la creatividad también puede y debe ser racional. Si cambiamos la perspectiva desde la que analizamos un problema quizás encontremos la solución. Una de las técnicas que utilizamos para encontrar nuevas alternativas es el llamado método de inversión. Consiste en centrar nuestra atención en los interrogantes de un problema y no en obsesionarnos en su resolución. Así que igual encontramos la solución si pensamos más en las preguntas que en las respuestas. Nuestro cerebro busca el camino más recto y menos costoso para llegar a la meta. Utilizamos más la insistencia que la persistencia. Insistir equivale a repetir, mientras que persistir hace alusión al objetivo y no tanto a la estrategia para alcanzarlo. Si no sabemos diferenciar los caminos de las metas, nos arriesgamos a que un fracaso normal se convierta en una frustración habitual. La transversalidad de pensamiento, para usar otras perspectivas de análisis, puede ayudarnos. En el problema de pensar con los huevos ¿por qué no imaginar que quienes se sientan a la mesa son un abuelo, su hijo y su nieto?

La habilidad de un liderazgo consiste en saber utilizar diferentes estrategias para lograr un objetivo. En política, las fuerzas de oposición intentan que el debate se ciña al trayecto. Los gobiernos saben que si logran soluciones, satisfacen a la ciudadanía y debilitan a sus detractores. Es la pulsión diaria de las derechas en España, para que la agenda política se trabuque en cada hoja del calendario, mientras que el gobierno de coalición opta por llenar de contenidos las casillas del tiempo. Lo hemos visto esta semana con el acuerdo entre el Ejecutivo, sindicatos y empresarios, para subir el salario mínimo interprofesional. No sabemos si es que los representantes de la patronal han sido abducidos, en la reunión del Palacio de Invierno, por el rojerío y el poderío de la ministra y los sindicatos. Lo que sí sabemos es que los trabajadores van a dormir más tranquilos por la subida de sueldo que por analizar cómo puede afectar la reforma del código penal a la actual situación de Junqueras. Como la vida real se imponga a la ficción catastrofista, los profetas del Apocalipsis se van a convertir en zombis de la política.

Esta semana se vio a Rajoy por Zaragoza. Vino para hablar de su libro. Aunque nos hubiera gustado aprender más de su estilo liebre. El inventor del marchanner (esa disciplina que unificó la marcha atlética con el runner), se hizo el gallego sobre su posible candidatura a la Federación Española de Fútbol. Su manager en la liga, Javier ‘Tevox’, prefiere tener cerca a alguien de los suyos.

En Zaragoza sigue el ruido y la furia. PP y Ciudadanos ya forman parte de la violencia intrafamiliar política de los ultras que quieren convertir a los nasciturus en fasciturus. Es lo que tiene convivir con la misma tribu. Por la capital pasó la borrasca Gloria pero llegó la burrasca Seguí. Las mujeres también son las víctimas en la programación del Teatro Principal. Azcón, Fernández, Calvo y Turmo forman la nueva banda de los cuatro, encargada de dirigir la contra revolución cultural de los populares. Ante la presión social y la de la oposición municipal, la vicealcaldesa ha tenido que echar marcha atrás.

Parece denunciar que alguien le ha metido un gol, o más bien un Lepen. Pero en todo caso ha sido en propia puerta. En la calle el alcalde tiene enfrente a los colectivos que sufren el recorte presupuestario. Los de MHUEL también le van a recordar, el próximo miércoles, la sumisión municipal a la iglesia en la casposa procesión de la Corporación, para rendir culto al patrono en La Seo. Para suavizar tanta crispación sugiero a la oposición que, en San Valentín, le regalen al equipo de gobierno unos ejemplares del pedagógico libro Homo Machus, del zaragozano Javirroyo.

Ayer, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, estuvo en Teruel para conocer los efectos del temporal. Quizás aprovechó para ver si, tras el cambio climático, el susto político de los de Guitarte le ayuda a que Lambán haga una transición justa hacia los intereses de Ferraz. Y recuerden que el miércoles, en Zaragoza, es la festividad de San Valero. Lo celebraremos invitando al Real Madrid a perder una Copa en La Romareda. Para abrir boca no se pierdan el reparto de roscón que organiza EL PERIÓDICO DE ARAGÓN en la plaza del Pilar. Tiene una pinta excelente. Aunque para mi gusto le sobra la bendición del cabildo. ¡Si es que ni siquiera este periódico es perfecto!

*Psicólogo y escritor