Claro que en Italia tienen las crisis políticas por costumbre. Han lidiado ya con Berlusconi, por lo que no les aterra esa entente de los xenófobos de la Liga y los anarcoderechistas del Movimiento 5 Estrellas. Además allí existen estupendos poderes extrainstitucionales que sustituyen directamente la acción del Estado: el Vaticano, las mafias, la tele, las grandes empresas y otras entidades que van a su bola desde hace décadas, y que se relacionan con las administraciones públicas con total ausencia de escrúpulos. Como decía un amigo mío que trabajaba para una multinacional italiana: qué les vamos a enseñar a esos, si fabrican ferraris, son los reyes de la moda y saben resolver las contradicciones mediante oportunos accidentes.

España oscila entre lo sublime (la aspiración) y lo cutre (la realidad); entre el cielo y el infierno; entre la retórica patriótica y el fraude fiscal. Y lo peor es que jugamos al margen de toda regla reconocible. Verbi gratia: tras los acontecimientos de las últimas semanas, Rajoy debiera haber dimitido de acuerdo con los códigos habituales en las democracias avanzadas. Pero si el bueno de Mariano no se fue a casa ni tras la miserable mentira del 11-M ni tras las derrotas electorales del 2004, 2011 y 2015-16, no cabía esperar de él una retirada ahora, cuando acaba de apañar los Presupuestos Generales con el nacionalismo vasco (sí, ese que en otras ocasiones es enemigo de España) y pretende ganar tiempo para que a Ciudadanos le baje la espuma y las izquierdas terminen de pegarse tiros en sus propios pies, manos y en el escaso cerebro que les queda.

¿Saldrá la moción? No lo sé. Lo dudo. Pedro Sánchez quiere presentarla como una especie de referendo sobre Rajoy, sin más programa ni calendario posterior ni compromiso acordado. Eso no funcionará ahora, cuando hay tantos intereses, conflictos y ambiciones en juego... y cuando las Españas se revuelven contra sí mismas, y cuando la Transición setentayochista se abre por las costuras. En fin... En Italia tendrán otro gobierno técnico, y elecciones de nuevo. A ver qué nos hacen aquí.