Aragón TV emite un espacio dedicado al juego del guiñote. Se llama así. Si se atiende a actividades tradicionales como el frontón o el fútbol, ¿por qué no había de televisarse este juego tan aragonés? Creo que alguien lo insinuó cuando vio que existen ofertas de partidas de póker. La dificultad de televisar estos juegos lo solucionan ofreciendo al espectador cuatro ventanas con las cartas de los cuatro jugadores. Es correcto, pero exige una agilidad mental de atleta para degustar las partidas. Desconozco la audiencia de este programa, pero supongo que tendrá sus adictos.

En realidad estos productos son fruto de las innovaciones extranjeras. Me sorprendió descubrir en la pantalla, cuando se pusieron en activo los nuevos canales TDT, programas dedicados a cosas tan insólitas como restauración de objetos, subastas de trasteros, rehabilitación de casas o de coches, o venta de antigüedades. Les aseguro que conozco a verdaderos adictos a estas propuestas, que son baratísimas. ¿Tiene encanto descubrir que oculta un trastero? Mucho. ¿Tiene gracia ver cómo alguien quiere vender un autógrafo de un as del béisbol? La tiene. Hay señoras enganchadas a Amas o vendes. Enganchadas a la pareja de hermanos que restauran chalets. No tienen mucha audiencia pero en el equilibrio de gastos-audiencia ganan dinero, son rentables. ¿Qué se esconde ahí? El guiñote forma parte de esos programas menores pero amenos. Con una tara: no se pueden exportar al mundo. Por más que el guiñote sea el ajedrez aragonés.