¿Por qué los perros son tan dados a olisquearse el culo mutuamente? Ya perdonarán si están

desayunando, pero tan sesuda pregunta aparecía esta semana entre los titulares que la revista estadounidense Time, fundada en 1923, publica con profusión en su página de Facebook. El post del semanario, al que imitaron después marcas nada sospechosas como la BBC, compartía espacio y jerarquía con llamadas a otras informaciones sobre la terrible matanza en Gaza o la evolución del virus del Ébola. La prestigiosa publicación --hay cabeceras que aún aparecen unidas a adjetivos laudatorios-- no está sola, ni mucho menos, en esta tendencia que los medios ponen en práctica a la hora de abrirse paso en las redes sociales. Su indisimulado objetivo es, como se dice en el argot, generar tráfico de usuarios hacia sus respectivas webs y hacerlas así atractivas para los codiciados anunciantes. Si les gusta informarse a través de internet, no habrán pasado por alto las recientes imágenes del exfutbolista Puyol practicando yoga con su novia. No está probado que la salvación del mundo dependa de las habilidades casi acrobáticas del que fue capitán del Barça, pero muchos medios españoles las elevaron a la categoría de notición. Hasta hace poco, el periodismo había legitimado el relato de historias ocurrentes para atraer la atención del personal. Pero nunca había banalizado tanto sus contenidos con tal de no perder adeptos. Nunca habíamos publicado tantas tontadas.Periodista