Si nadie lo remedia, el Pabellón Puente, de tan prosaico nombre, pasará a llamarse a partir de ahora Ciudad de la Movilidad o, lo que es aún peor, Mobility City. De aprobarse oficialmente este nuevo y nefasto anglicismo estaríamos, tras Motorland o Black Friday, ante un nuevo y triste ejemplo de subordinación lingüística al inglés, a esa híbrida jerga marquetiniana tan de moda entre los ejecutivos, o al spanglish, como si el idioma español no fuese universal o Aragón acabase de ingresar neocolonialmente en la Conmonwealth.

Pero es que la denominación de Ciudad de la Movilidad, siendo tan irrelevante y átona, tan extraña como la de Pabellón Puente, tampoco es exacta, porque lo que en proyecto ha sido presentado por el clúster del poder y el del automóvil no es propiamente una ciudad ferial ni empresarial, sino, de momento, un puente-museo, el de Zaha Hadid sobre el Ebro.

Dicho espacio museístico o expositivo va a ser explotado por marcas automovilísticas, todas ellas extranjeras, radicadas en nuestra comunidad (el clúster) bien en factorías y repuestos, servicios de venta, mantenimientos, seguros, combustibles,etc.

Un poderoso sector que, ciertamente, aporta empleo y riqueza a Aragón y que a partir de ahora dispondrá prácticamente en exclusiva de un icono mundial valorado en más de 80 millones de euros, abonados íntegramente por el erario público, con dinero de todos los españoles.

En su interior, sus gestores (el clúster) exhibirán la historia pasada, presente y futura del automóvil, su cultura, mecánica y estética, sus carrocerías y motores, y avanzarán aquellos prototipos de vehículos eléctricos llamados a enterrar comercialmente a los modelos de gasolina y diésel. Exposiciones, exhibiciones y demostraciones que contribuirán a difundir esos modelos fabricados en Aragón, en Europa, en el resto del mundo, por marcas punteras del sector, alemanas, niponas, coreanas, norteamericanas, francesas, vietnamitas, hindúes, que encontrarán en Mobility City un inmejorable y asequible foro, con todos los focos, donde proyectar sus planes empresariales y comerciales.

Dicen que en el puente de la Expo habrá también espacio y atención para otros tipos de movilidad (¿aérea, marítima, ferroviaria, para el peatón, la bici, el discapacitado?), y para la investigación, pero, por ahora, esa moto se ha vendido sobre cuatro ruedas.