«Paz imposible, guerra improbable». Esta declaración de principios rigió las relaciones entre los dos grandes bloques enfrentados durante más de 40 años, y la que mantuvo al mundo a salvo de una Tercera Guerra Mundial. El equilibrio del terror, el miedo a la destrucción masiva, puso freno a la maquinaria bélica. Pero, aquel escenario lejano no es diferente al actual: una segunda parte de aquella peli llamada Guerra Fría. Los actores, según las tradiciones occidental y china: un perro bipolar, esto es, Trump (perro en el horóscopo chino y géminis en nuestro zodiaco) y un dragón equilibrado, Putin (dragón y libra). ¿Les suena a chiste, verdad? Del mismo tipo que el loco americano suele hacer vía Twitter, donde hace el amor y la guerra. Así, un día amenaza a Siria y Rusia con enviarles misiles, por culpar al régimen de Al Assad (serpiente virgo) y a su amigo el dragón ruso, de ser responsables de un ataque químico contra civiles sirios; y dos jornadas más tarde, dice que él nunca puntualizó si sería «muy pronto o nada pronto». ¿Atrás quedó ese «prepárate, Rusia, que van a llegar, bonitos, nuevos e inteligentes! No deberías asociarte con un animal asesino que mata a su gente con gas y lo disfruta!»? Anda convenciendo a May (El mono-libra) y a Macron (serpiente-sagitario), de liarla parda y montar un Irak II, pero el elemento aire, signo que comparten Putin y Trump, parece que empieza a soplar en la dirección apuntada por el ex soviético, que apela al sentido común de la relaciones internacionales.

*Periodista y profesora de universidad