Al final, la candidata socialista al Ayuntamiento de Zaragoza, Pilar Alegría, ha logrado el pequeño (o gran) triunfo de contar con las cuatro personas de su confianza que reclamaba al partido y que solo le daba tres y en otros lugares. El puesto número dos del vicerrector Luis García Vinuesa y la entrada de la eurodiputada Inés Ayala son un acierto que le da más brillo a la lista y supone la tranquilidad de la alcaldable, que forzó mucho el pulso con la organización y le ha salido aparentemente bien. Se verá, pero estos cambios le exigen más a ella y a los damnificados, el cierre de filas.