El Gobierno de España asumió hace ya algunos años el Pacto del Agua de Aragón, o lo que es lo mismo, las obras e infraestructuras que Aragón necesita para convertir el agua en un factor de desarrollo y vertebración de esta tierra y, por tanto, en elemento para el bienestar de sus ciudadanos bajo la premisa del respeto hacia el medio ambiente.

Este acuerdo es el único documento que, hoy por hoy, conocemos sobre lo que Aragón precisa en planificación hidráulica. Pacta sunt servanda , los pactos están para ser cumplidos, y desde el Ministerio de Medio Ambiente, la Confederación Hidrográfica del Ebro y la Sociedad Estatal Aguas de la Cuenca del Ebro (ACESA), estamos trabajando duro para cumplirlos.

Nuestro compromiso responde al mandato que los ciudadanos aragoneses nos han dado a través de sus representantes en las Cortes de Aragón, quienes unánimemente aprobaron el Pacto del Agua en 1998. Pero también responde al mandato de las Cortes Generales, que en 2001 aprobaron la Ley del Plan Hidrológico Nacional, donde se recoge como prioridad la ejecución del Pacto del Agua de Aragón; y también, no hay que olvidarlo, da respuesta a un mandato que toda la cuenca del Ebro hace al incluir el pacto aragonés en el Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro.

RESPONDE, EN FIN, al mandato constitucional que exige a los poderes públicos velar por la utilización racional de los recursos naturales, para proteger y mejorar la calidad de vida de todos, y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva. Entre los últimos pasos que hemos dado en el marco del Pacto del Agua, destaca la licitación del embalse de Mularroya, que supone un avance significativo en la tarea que tenemos encomendada. Con esta importante actuación de la margen derecha, el 52,7% de la inversión prevista en el Pacto del Agua está ya en marcha. Es conveniente recordar que en mayo de 1996 se situaba en el seis por ciento de ejecución. Quizás no sea una noticia de primera página y quizás carezca de la importancia que le damos quienes trabajamos por conseguir que Aragón pueda usar el agua. Pero la licitación de Mularroya supone un avance que llena de satisfacción a quienes estamos trabajando para que Aragón progrese.

Supone una gran satisfacción terminar este año habiendo desbloqueado soluciones que los habitantes de la margen derecha del Ebro esperan desde hace décadas: la presa de Mularroya, que guarda y regula el agua de los ríos Grío y Jalón para consolidar una rica vega y fijar poblaciones, o las obras ya iniciadas para la regulación del Jiloca, con la presa de Lechago.

LA MARGEN derecha del Ebro en Aragón, que los estudios hidrológicos definen como estructuralmente deficitaria, es una prioridad. Por eso, además de Mularroya y Lechago se ha avanzado en los proyectos del recrecimiento de La Tranquera, se encuentran en obras la elevación de agua desde el Ebro a la balsa de La Trapa y la derivación de caudales del río Matarraña a la balsa de Val Comuna, y ya se encuentra en evaluación ambiental el embalse de La Fresneda-Torre del Compte. Son ejemplos sobre el terreno.

También tenemos presente la margen izquierda. Ya se está trabajando en el recrecimiento de la presa de Yesa y terminando los trabajos previos para la construcción del embalse de Biscarrués. Quizás no vayamos todo lo rápido que todos desearíamos, pero las obras de regulación son complicadas y tenemos la obligación de hacerlas bien para evitar que nadie las pueda parar, porque son necesarias. El inicio de la construcción del embalse de Santaliestra sigue pendiente de resolución judicial, en el Tribunal Supremo.

En la margen izquierda son imprescindibles las actuaciones encaminadas a modernizar infraestructuras y a mejorar la eficiencia en el uso del agua. En este sentido, hemos terminado la nueva acequia de la Violada y el canal de Ontiñena; seguimos trabajando en la modernización del canal del Flumen y en la acequia de Pertusa; y ya está en redacción el proyecto de mejora del canal de Terreu.

Por otro lado, la regulación de la zona de Bardenas ya tiene una de sus piezas terminadas: el embalse de Malvecino, regulador de la acequia de Cinco Villas, y se encuentra en un estado avanzado de construcción el embalse de Laverné, regulador de la acequia de Sora.

El balance de 2003 se cierra con siete presas y embalses prácticamente terminados, a falta de algunos retoques y obras menores, que suponen un incremento de agua regulada para utilizar en Aragón de 221 Hm3. Se trata de Malvecino, Laverné, La Trapa, Valcomuna, Montearagón, La Loteta y El Val.

Asimismo, a lo largo del año que termina, el Ministerio de Medio Ambiente ha realizado una inversión de 220 millones euros (más de 36.000 millones de las antiguas pesetas) en esta comunidad. Mención especial merece el abastecimiento a Zaragoza y su entorno.

Permítanme recordar el esfuerzo realizado para vencer la fuerte oposición de algunos sectores a este proyecto. Sin importar los medios, estos sectores lograron confundir y crear recelos sobre el proyecto, lo que llevó a Bruselas a limitar la financiación de la obra con Fondo de Cohesión. No es fábula. Esto ocurría hace tres años.

Se aclararon las falsedades y se han salvado los obstáculos. Una obra emblemática y que beneficia a la mitad de la población aragonesa se está ejecutando: el 78% del tramo La Loteta-Zaragoza está terminado y certificado; el 21% del tramo Sora-Loteta está ejecutado, el embalse de La Loteta está prácticamente acabado, mientras se negocia la financiación europea para los ramales que faltan.

Son hechos. Como también es un hecho la finalización de la depuración del Huerva o la inversión de cerca de 20 millones de euros que ya está en marcha para la restitución territorial del Valle del Esera.

Estamos haciendo nuestro trabajo. Las dificultades son muchas y de ello somos conscientes. No obstante, y como se dice en esta tierra, no reblamos: seguimos trabajando duro desde el compromiso político del Gobierno de España, con el esfuerzo de los equipos técnicos, de acreditada profesionalidad, de la Confederación Hidrográfica del Ebro y el aliento que, día a día, recibimos desde una parte importante de la propia sociedad civil aragonesa.

*Secretario de Estado de Aguas y Costas del Ministerio de Medio Ambiente