Está a punto de cumplirse un año de los atentados del 17 de agosto del 2017 en Barcelona y Cambrils. Un año en que la investigación ha podido determinar que la intención de la célula yihadista liderada por el imán Abdelbaki Es Satty era cometer el mayor atentado terrorista en Europa: un ataque simultáneo en Barcelona y París, con la Sagrada Família, el Camp Nou y la torre Eiffel como objetivos. La Rambla de Barcelona primero y el paseo marítimo de Cambrils después fueron el plan b de una célula descabezada por el accidente de la casa de Alcanar, donde estalló el explosivo que estaban preparando para llevar a cabo los atentados. El ataque al Camp Nou, según ha desvelado EL PERIÓDICO, pretendía seguir los pasos del estadio de Saint Denis en París. Al recordar el horror en que se convirtió la Rambla tras el paseo mortal de la furgoneta, estremece pensar en lo que podría haber sucedido si los terroristas hubieran podido llevar a cabo su plan original con la descomunal cantidad de explosivos que habían fabricado en Alcanar. La investigación del atentado sigue su curso. El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha levantado parcialmente el secreto de sumario, Se trata de una investigación difícil y quedan puntos oscuros, como por ejemplo quién dirigió desde el exterior en nombre del Estado Islámico los pasos de la célula de Ripoll.